Lunes 18
Un hombre llamado Juan fue enviado por Dios. Vino para dar testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino que vino a dar testimonio de la luz.
Juan 1:6-8
Los cuatro Evangelios o relatos sobre la vida de Jesús -Mateo, Marcos, Lucas y Juan- nos presentan a Juan el Bautista antes de examinar la vida pública y la obra de Jesús. Juan el Bautista era popular y parecía hablar tan claro y con tanta autoridad espiritual que mucha gente pensó que podría ser el Mesías tan esperado. Pensaron que podría ser la luz del mundo, que es como Jesús se describe a sí mismo.
Juan el Bautista era una estrella, pero no era el sol ni la luz del mundo. Al contrario, vino a dar testimonio de la luz de Jesús. Eso es lo que hacemos como seguidores de Cristo. Todo lo que hacemos es para dar testimonio de Jesús, que es la luz del mundo. La identidad que Dios tiene para nosotros estará conectada a Jesús. Testificará o dará testimonio de él.
Ora pidiendo la gracia de ver cómo tu vida apunta a Jesús, que es la luz del mundo.
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