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Martes 20 (I semana de Cuaresma)

En el plan original de Dios, Adán y Eva disfrutaron de una comunión perfecta en el Jardín del Edén. El icono de este amor perfecto se encuentra en el matrimonio. Al principio, Adán y Eva disfrutaban de un matrimonio perfecto entre sí (Génesis 2:24-25). Pero a Génesis 2 le sigue Génesis 3; a la Creación le sigue la Caída. En Génesis 2, el amor perfecto de Dios llena toda la creación. En Génesis 3, el plan original de Dios se desbarata. La comunión entre Adán y Eva, y entre Dios y la humanidad, se rompe. Volviendo a la analogía de Christopher West sobre los neumáticos, estas relaciones antes «infladas» se vuelven planas. A causa de la Caída, toda la creación ha sido arrancada de la unión perfecta con Dios. Ahora, gracias a la realidad del pecado, todo el mundo conduce con los neumáticos pinchados, y a veces olvidamos que la vida no debe ser así. Puedo recordar innumerables ocasiones en mi propia vida en las que quise más y me pregunté: «¿Soy feliz? ¿Soy realmente feliz?». En esos momentos, la vida parece vacía. Nuestros corazones anhelan más. Sé de primera mano cómo es esto. ¿Cómo describirías tu vida, tu corazón? ¿Estás cansado? ¿Te has creído la mentira de que esta vida no da más de sí? ¿De qué tienes hambre? He aquí algunos indicios de que podrías estar viviendo con las ruedas pinchadas:

  • Estás pensando constantemente en lo siguiente: las próximas vacaciones, la próxima diversión, la próxima distracción.
  • Necesitas más y más de lo que tienes sólo para experimentar el mismo nivel de satisfacción.
  • Vives con un miedo silencioso a perderte algo. Miras constantemente lo que podría estar ocurriendo en tu vida, en lugar de lo que está ocurriendo.
  • Aunque otras personas no lo sepan, tienes algún tipo de adicción. Hay un patrón de tu vida que, aunque quisieras, no podrías dejar (por ejemplo, la pornografía, los gastos, la bebida).
  • Puedes recordar una época en la que eras feliz. Pero ya no eres tan feliz como entonces. Anhelas más.

¿Qué pasaría si Jesús pudiera cambiar tu vida y restaurar tu alegría, paz y amor? ¿Y si Jesús pudiera hacer por ti lo que hizo por todas aquellas personas que iban con él en su viaje a Jerusalén? ¿Lo querrías? ¿Qué quieres? ¿Qué quieres de verdad?

Para tu oración Quédate aquí diez minutos más. Hoy reza con Isaías 55. ¿Qué palabras te llamaron la atención mientras rezabas? ¿Qué encontraste que se agitaba en tu corazón?

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