Sábado 23
Mi boca se llenará de tu alabanza y cantaré tu gloria.
Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa.
Mi boca se llenará de tu alabanza y cantaré tu gloria.
Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza y mi confianza,
Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías,
siempre he confiado en ti.
Mi boca se llenará de tu alabanza y cantaré tu gloria.
Contaré tus proezas, Señor mío;
narraré tu justicia, tuya entera.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas;
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